Un grupo de amigas, en la oscura y terrorífica noche de Halloween, fueron al solitario cementerio.
Todas estaban aterrorizadas, pero una, la más valiente, se atrevió a ir la primera para pasear por los oscuros pasillos rodeados de tumbas.
-No, no vayas Adela, puede ser peligroso.- Gritaron sus amigas.
-No, no pasa nada...- Dijo Adela.
Ella, veía mucho la televisión, y veía las brujerías que la gente hacía, ella se atrevió a hacer una de esas brujerías y así poder hablar con los muertos y demostrar su valentía.
Cuando entraron se oyeron chirriar unas puertas que se cerraron de repente.
A ellas se les pusieron los pelos de punta y la piel de gallina.
Siguieron con pasos sigilosos.
Adela dijo unas palabras extrañas, entonces un maligno espíritu salió y la niña fue poseída por el espíritu.Sus ojos cambiaron de color azul a blanco, sus ojeras aumentaron y oscurecieron, su cara tenía cicatrices, rajas, sangre y se puso pálida.
Cuando se dió la vuelta y miró hacia sus amigas............
-¡Aaaahhhh! ¡Es la niña del exorcista!-Gritaron sus amigas desesperadamente.
Una a una fueron siendo poseídas por otros espíritus.
Al día siguiente, la gente fue al cementerio para visitar a sus difuntos y persona por persona fue poseída por los espíritus y la ciudad quedó invadida de espíritus.
Y ahora... nadie sabe donde se encuentran esos espíritus.
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